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Arquitectos: Manuel Bouzas
- Área: 280 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Luis Diaz
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Mediterráneo, el pabellón de Manuel Bouzas para la segunda edición de TAC! Festival de arquitectura urbana en Valencia. Mediterráneo es un homenaje a la persiana mediterránea, un mecanismo que ha permitido durante siglos la adaptación de los espacios habitados por el ser humano a las inclemencias del tiempo, ofreciendo una solución eficaz, sencilla y ligera para combatir las altas temperaturas. El pabellón se concibe como una persiana urbana, que, en lugar de proteger una ventana, cubre toda una plaza, y en lugar de resguardar a un sólo individuo, congrega a toda una comunidad. Desde el 25 de septiembre, hasta el 16 de octubre, numerosas actividades han tenido lugar bajo esta gran sombra suspendida en el aire, reactivando la plaza, y devolviéndola a la escena pública.
El proyecto del arquitecto Manuel Bouzas resultó ganador del concurso de ideas de esta edición, abierto a jóvenes profesionales, al que se han presentado 125 proyectos. TAC! Festival de Arquitectura Urbana es una iniciativa impulsada desde la Secretaría General de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) y la Fundación Arquia, cuyo objetivo principal es hacer relevante la arquitectura joven en España, brindando la oportunidad de construir una obra pública de referencia en forma de pabellón temporal.
Un homenaje a la persiana mediterránea. La persiana es más que un elemento arquitectónico, es un símbolo cultural. Consiste en una respuesta muy particular a un clima muy particular. Por tanto, no es casualidad que numerosas ciudades del sur de Europa que comparten clima y, a veces mar, hayan adoptado esta solución para protegerse de las altas temperaturas. Esto explica por qué en España las conocemos como “alicantinas”, y en Italia como “venecianas”. Sin embargo, desde la irrupción de sistemas mecánicos que permiten controlar el clima, como el aire acondicionado o el ventilador, han caído en desuso. En un contexto actual de crisis climática y energética, conviene revisar el impacto medioambiental de los espacios que habitamos. Efectos que van desde el consumo energético de nuestras viviendas, hasta las emisiones que resultan de la extracción de los materiales con los que construimos.
El proyecto se ubica en la Plaza Músico López Chavarri, en el histórico barrio del Carmen. La plaza no es un espacio “diseñado” ni “planeado”, sino que es el resultado de la demolición de un edificio de viviendas anterior. Tal vez eso explica las carencias del lugar; la falta de sombra, mobiliario, vegetación y agua. Es un espacio por donde la gente transita, pero no permanece. En los balcones de los edificios que la rodean, se puede observar la cantidad de carteles de los vecinos reclamando un futuro alternativo para la plaza.
La instalación se estructura en dos pórticos triangulares de madera que permiten descolgar una larga persiana alicantina, también de madera, en forma de catenaria. El color verde oscuro, responde a uno de los cinco colores tradicionales en las que se fabrican las persianas de esta región. Una apertura circular en la cubierta alumbra un pequeño jardín interior, construido con vegetación y tierra del propio solar, que contribuye a atemperar el clima del final del verano. Una serie de piedras, que además de servir como contrapeso, actúan como mobiliario para congregar a las personas. La sombra rasgada que proyecta permite configurar un espacio público “al fresco”, donde durante todo un mes, tuvo lugar la programación de TAC!
La práctica totalidad del pabellón está construido con materiales preindustriales, naturales, y de kilómetro cero, con mano de obra local. De esta forma, la estructura de madera nos conecta con los bosques de pino en Soria, las persianas con la localidad de Sax, en Alicante, y las piedras con las canteras de Teruel, promoviendo la economía local de la región en la que se encuentra. El pabellón se construye mediante módulos pre-ensamblados en taller, reduciendo así los costes, plazos y riesgos. Para su deconstrucción, se ha contemplado en todo momento la recirculación de sus elementos: madera que retorna a la industria, piedras que vuelven a la cantera, y persianas que son donadas a la comunidad de vecinos.
Desde el 25 de septiembre, hasta el 16 de octubre, el pabellón acogió un programa de actividades gratuitas organizado por el Ajuntament de València y Las Naves que congregó a la diversidad del tejido creativo y social valenciano. Un total de veinte actividades que destacaron a València como lugar para la creatividad y el diseño, poniendo en valor el potencial de este pabellón para dar cabida a la innovación y la excelencia de la ciudadanía.